QUÉ COSAS PUEDES CONTROLAR Y CUÁLES NO
Distinguir las cosas que puedes controlar de las que no, es la invitación fundamental del estoicismo. Muchas de sus enseñanzas enlazan con esta.
La idea es enfocarte en lo que sí puedes controlar, evitando la perturbación que produce lo incontrolable.
Bienvenido a una nueva entrada sobre el estoicismo.
Lo que sigue es un resumen campechano del tema. Si quieres ahondar en él, mírate el Enquiridión, de Epicteto. (Es fácil de encontrar.)
¿Qué es lo que puedes controlar?
Lo que está en ti: tus pensamientos, tu actitud, tus deseos, tus reacciones a lo que ocurre fuera, tu determinación de hacer lo correcto. En resumen: tu mente (o tu alma, si prefieres llamarla así).
Y lo que no puedes controlar es lo que queda fuera de eso.
Tu felicidad, tu libertad y tu virtud van de la mano con lo que sí puedes controlar.
Cosas que no puedes controlar, aunque dé la impresión de que sí puedes hacerlo
- Tu cuerpo. No está bajo tu control. Un día se “estropeará” y morirás.
Sí está bajo tu control elegir buenos hábitos y practicarlos. Sí puedes influir en tu salud de manera muy positiva. Porque eso lo capitanea tu mente, que es lo que sí puedes controlar.
Tampoco puedes evitar que circunstancias externas te produzcan dolor. Pero sí puedes elegir cómo pensar sobre ellas y cómo comportarte pese a ellas.
- Tu reputación. Lo mismo. Puedes influir bastante en lo que otras personas piensan de ti. Pero no puedes controlar qué piensa cada persona.
- Tus propiedades (casa, coche, móvil). Puedes comprar esas cosas, cuidarlas o disponer de ellas como quieras. Pero no puedes controlar lo que les pasa. Hoy las posees y puedes perderlas mañana.
¿Para qué hacer esta distinción?
Para no atar tu identidad o tu felicidad a lo incontrolable.
Y, desde una aproximación cotidiana y práctica, para ahorrarte ingentes cantidades de estrés.
¿Un par de ejemplos cotidianos?
El tiempo que hace: No puedes evitar ni controlar la meteorología. Pero, haga el tiempo que haga, puedes elegir tu actitud: entre refunfuñar o ponerle buena cara al día.
Un trabajo horrible que te encargan: No puedes evitarlo. Pero puedes elegir cómo resolver la papeleta. ¿Qué harás a continuación?
Lo que yo voy a hacer es colgar esta entrada. Y me muevo contigo a lo siguiente del día.
¿Qué tienes pensado? ¿Qué vas a hacer? Solo tú sabes. Solo tú decides.
Fuente: https://tusbuenosmomentos.com/cosas-puedes-controlar/
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