CULTURA FABRICADA O CULTURA APRENDIDA: EL SÍNDROME DEL CISNE NEGRO
por José María López Domínguez.
Uno de los mayores disparates, y a veces, de las mayores tomaduras de pelo que realizan algunas Consultorías e inclusive algún afamado Instituto de negocios es pretender que la Cultura de una Organización se puede fabricar.
Cuando hablamos de fabricar, nos referimos al falso artilugio de definir los valores con los que la Organización está comprometida.
A enumerar una Misión y una Visión y a partir de ahí, definir los valores con los que vamos a trabajar y que competencias deben tener los profesionales de una Organización para desarrollar su trabajo.
En la inmensa mayoría de los casos es una profunda y radical mentira, que poco a poco va llenándose de excusas, justificaciones y a veces de conflictos.
Lo que es seguro es que se convierte en una fuente de insatisfacción laboral.
EL SÍNDROME DEL CISNE NEGRO
Hay ciertos casos en donde una Empresa define muy claramente que una Competencia es un Valor y pobre del que no cumpla con los requerimientos de ese valor.
Cualquier empresa que ha tenido problemas graves con la Seguridad Laboral normalmente no vuelve a jugar con el peligro y dicta una serie de normativas y comportamientos que convierten la práctica diaria en un Valor. (Bueno algunos locos siguen tentando a la suerte).
Por ejemplo, hay una empresa multinacional de las pinturas que tiene una verdadera obsesión con el tema de la seguridad. En cualquier planta de dicha organización, verá Vd. letreros, normas, procedimientos para impedir el mínimo accidente laboral.
La gente, en esta Empresa, se empapa de ese valor. Basta con visitarla para darse cuenta de la exigencia que alcanza la Seguridad en cualquier mínimo detalle.
En ocasiones, estos casos de aplicar un determinado Valor y una determinada cultura, han sido objeto de difusión en libros, seminarios y medios de comunicación. Lo que frecuentemente se oculta en que, en todos los casos, ocurrió antes un problema que colocó a la Empresa en una necesidad.
Explicar solo los valores que han quedado y no mencionar las causas por las que se llegó a esa situación es el denominado Síndrome del Cisne Negro. En una palabra, la racionalización, a posteriori, de las causas porque una Empresa, o una determinada acción han tenido éxito.
Muchos autores nos explican las causas anímicas, o de suerte, que originaron dicho éxito, defendiendo que lo podemos realizar, sin pasar por los sentimientos que sufrió quien primero realizó dicho acto. Es como explicar las fases y técnicas de subir al Everest, pero sin mencionar desde el sueño de ser alpinista, el contemplar la belleza de las montañas o el sufrimiento del frío.
CÓMO SE FABRICA REALMENTE LA CULTURA DE UNA EMPRESA
Pero habría que preguntarse ¿cómo se hace la Cultura?
Ya hace muchos años que Schein nos dio la clave y aún funciona.
La cultura se forma a partir de los rasgos con que las organizaciones van superando las etapas de dificultad.
Al comenzar una Empresa, los rasgos, las visiones, hasta las manías de los fundadores van quedando grabadas en el resto de los colaboradores.
Marcan el estilo y esa es una huella que perdura a lo largo de los años.
Y tiene su lógica, porque en el inicio de una idea, solo sobreviven aquellas que tienen éxito. Las que fracasan desaparecen.
Y en el crecimiento de las Empresas se encuentran momentos críticos para SUPERAR diferentes crisis (de crecimiento, de delegación, de la cesión de la dirección desde los fundadores a la familia o a los profesionales que les continuar, de cambio del estilo de mando según el tamaño, de la internacionalización, etc., etc.).
Y en la superación de estas crisis donde se van grabando en la memoria colectiva, los Valores que configurar la Cultura de una Empresa.
Sí, es en la superación de las dificultades donde nacen los Valores y la Cultura.
El resto es el síndrome del Cisne Negro.
LAS CRISIS QUE NOS VIENEN
Hemos vivido una crisis de supervivencia a partir de 2007. Muchas empresas han desaparecido y otras aún no han recuperado los niveles de los años de bonanza.
Y sin embargo este año puede ser un año en donde se plantee un cambio muy importante en el Comercio internacional; Subida de las materias primas; Crisis de los mercados únicos, etc., etc.
Sobrevivirán los ágiles, los que tengan capacidad de adaptación. Los que se vuelvan austeros, pero no míseros.
Los que sigan profundizando en tener plantillas en donde cada trabajador aporte valor añadido.
Y también los que sepan aplicar las lecciones que aprendieron en el pasado y que configuran realmente su Cultura.
Los que pretendan aplicar valores no interiorizados, están condenados a la extinción. Entre otras cosas porque nuestros gurús, no saben y no viven dentro de lo anímico que se siente en las organizaciones.
Y se generará una nueva cultura entre las que sobrevivan, basada en unos valores que tendremos que aprender a insertar en nuestras Empresas.
CONSEJOS
Si Ud. quiere definir los valores con los que afrontar el futuro, recuerde o pregunte en su Empresa, cómo superó la última crisis y qué sentimientos tuvieron en aquel momento los principales directivos, qué hicieron para remontar los malos momentos.
Anótelos. No tendrá más de media docena. Actualícelos y empiece a ponerlos en marcha de nuevo.
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