Google arrancó en un garaje, mientras que Coca-Cola era un medicamento para el estómago.
Se cree que las personas más irreverentes son las que están rodeadas de buenas ideas; se dice también que para esto necesitas de la creatividad y un poder superior para dirigir todo con sólo un objetivo: el éxito.
Sin embargo, es sorprendente saber cómo las grandes empresas, ésas que mueven los hilos de toda una sociedad de consumo comenzaron bajo un ideal que protegía más la pasión en lugar de un negocio como tal; simplemente creían en el servicio, las nuevas oportunidades y los nuevos caminos de vida que las personas podrían seguir.
Ahí, en ese nuevo mundo también los grandes emprendedores que hoy ubicamos todos los días como Richard Branson, Elon Musk o el propio Mark Zuckerberg vieron en la tecnología la posibilidad de crear otro universo, con un sentido diferente, datos y algoritmos que construyen redes sociales y maneras de vivir. Personas con esa mentalidad idearon también plataformas musicales, autos eléctricos, realidad virtual e incluso, planes para colonizar Marte en las próximas tres décadas.
Así se mueve el mundo, a una velocidad que supera los pensamientos comunes, a millones de años luz de ideas y nuevas formas de vender, de aprovechar las necesidades de las personas para poder alcanzar el éxito y al mismo tiempo, ayudar a que crezca la productividad.
Es en este momento cuando podemos proponer y generar nuevos modelos de negocio y estos ejemplos del pasado en las empresas más poderosas del planeta lo demuestran:
Coca Cola y su exclusiva venta en farmacias
Ésta es la simple historia de un farmacéutico que se vio acorralado ante un intenso dolor de estómago que no soportaba y decidió crear una fórmula que lo sanara de por vida, pero además logró que su creación le diera la energía suficiente para sus labores cotidianas. Su nombre era John Stith Pemberton y es el inventor de Coca Cola.
Al principio, esta bebida sólo se podía conseguir en las farmacias, pero hoy sabemos que podemos adquirirla en cualquier lugar. Además, también se ha convertido en un monstruo, ya que con su publicidad ha logrado posicionarse como una de las marcas más valiosas del planeta.
La carrera que quiso ganar Nike
La historia de los tenis Nike comenzó con dos personas: por una parte estaba el entrenador de atletismo de la Universidad de Oregón, Bill Bowerman y por el otro, un hombre llamado Phil Knight, quien era egresado de la misma institución y también antiguo alumno del primero. Ambos ansiaban distintas cosas, pero sus propósitos llegaron a unirlos para un bien mayor.
Bill quería que sus corredores tuvieran más facilidades a la hora de competir y Phil –un gran fanático del deporte– planeaba comercializar unos tenis con la misma tecnología manufacturera de Japón; lo anterior con la intención de arrebatarle el mercado a los alemanes, quienes dominaban en ese entonces –década de los cincuenta– todo el mercado del deporte en los Estados Unidos.
Cuando Samsung sólo vendía pescado
Es increíble cómo las empresas cambian su ideología y al mismo tiempo todo lo que las llevó al éxito en un principio.
Samsung era una corporación que exportaba pescado, verdura y fruta coreana a Manchuria y Pequín; sin embargo, el estupendo manejo de Lee Byung-chul llevó a la compañía a tener su propio molino de harina y máquinas de confección, lo que poco a poco convirtió a esta empresa en una fábrica que apostaba por la tecnología en vez de la alimentación.
Aquella tierra agrícola llamada Hollywood
Hoy nadie se podría imaginar que Hollywood era un campo abierto de tierra fértil que estaba destinado a la siembra agrícola.
Una región hecha para rancheros y gente que quería trabajar la tierra; sin embargo, cuando este condado se unió a la ciudad de Los Ángeles todo cambió. Las productoras de cine que estaban instaladas en Nueva York se dieron cuenta que no podían con un impuesto estratosférico enarbolado por Thomas Alva Edison, así que debían buscar un nuevo lugar que se adaptara a las condiciones de una filmación y ese sitio fue Hollywood.
Algo que benefició mucho a la zona, ya que no podía subsistir de la agricultura. En ese sentido, el cine le dio la magia y potencia que necesitaba a este pueblo.
El garaje de Google
Ésta es quizá una de las historias más conocidas de Estados Unidos. De hecho, muchos casos de éxito se han ideado bajo el techo de un garaje.
La gente de Google –por ejemplo– rentó uno a una señora llamada Susan Wojcicki, ahí establecieron una red social y empezaron a construir un proyecto que hoy es comparado con un ser divino, ya que Google sabe todo de ti, lo que buscas, consumes, los lugares que visitas e incluso, te recomienda dónde ir y por qué debes hacerlo.
Tu vida está en una cuenta de Gmail y en el futuro se espera que dominen la industria de la realidad virtual. Así es como la compañía de Larry Page y Serguéi Brin ha logrado ser tan poderosa, algo sumamente fascinante.
Fuente: https://escuelapararicos.net/asi-empezaron-grandes-empresas-que-hoy-rigen-al-mundo/
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